Dallin H. Oaks
Primer consejero de la primera presidencia
Primeros años
Dallin Harris Oaks nació en Provo el 12 de agosto de 1932. Ya de pequeño, el liderazgo era algo natural en él. Recordando aquellos primeros años, su hermana Evelyn O. Moody comentó una vez: “Siempre que nos reuníamos en fiestas familiares, era divertido ver cómo Dallin . . . era siempre el líder. Decía quiénes eran los policías y quiénes los ladrones. . . Antes de que a alguien más se le ocurriera, Dallin ya tenía todo planeado”.
Esos dotes de liderazgo sirvieron para algo más cuando el padre de Dallin falleció justo antes de que él cumpliera ocho años, dejando a su madre, Stella Harris Oaks, sola para criar a tres hijos pequeños. Comenzó a trabajar a los once años para ayudar a mantener a su familia y ha estado trabajando desde entonces. También adquirió un fundamento de fe en estos primeros años; recuerda a su fiel madre animando a sus hijos a orar sobre lo que sentían para asegurarse de que estaban haciendo lo correcto por las razones correctas.
El primer trabajo del joven Dallin fue barriendo suelos y examinando tubos en un taller de reparación de radios. Pronto empezó a estudiar teoría de la radio y, a los quince años, ya había aprobado el examen para obtener la licencia de la FCC (uno de los más jóvenes en hacerlo), convirtiéndose en ingeniero de transmisores. Continuó su trabajo como transmisor de radio y locutor mientras ingresaba a la Universidad de Brigham Young, donde como estudiante de primer año conoció a June Dixon. Se casaron después de su segundo año en 1952.
Educación, familia y carrera profesional
El presidente Oaks ha dicho que sus estudios preliminares en BYU fueron “erráticos”, pero que finalmente se especializó en contabilidad y se graduó en 1954. Posteriormente ingresó a la Facultad de Derecho de la Universidad de Chicago, donde se graduó con honores en 1957. Durante estos años tan ajetreados y estresantes, la familia seguía siendo una prioridad. Recuerda cuando volvía a casa a ver a June y sus hijos, que siempre estaban ansiosos por jugar. Uno de sus juegos favoritos era “Papá, sé un oso”, y todos lo disfrutaban tanto que una vez, cuando a Dallin Oaks le hicieron un test de Rorschach, su examinador se asombró de que pareciera ver osos en tantas manchas de tinta. Dallin y June tuvieron seis hijos juntos, los cuales bromeaban diciendo que su lema de “trabaja ahora, juega después” en realidad significaba “trabaja ahora, juega nunca”. En realidad, el lema le ayudaba a decidir divertirse con cualquier cosa que hiciera, incluso durante las largas horas de trabajo.
La trayectoria profesional de Dallin Oak fue prometedora: fue secretario del presidente del Tribunal Supremo de los Estados Unidos, Earl Warren, antes de regresar a Chicago para ejercer abogacía. En 1961, regresó a su alma mater como miembro del profesorado. Durante este tiempo como profesor, participó en un comité disciplinario durante una ocupación de 17 días, ganándose el respeto por su imparcialidad y diplomacia. También fue decano adjunto y decano en funciones de la facultad de derecho, trabajó como ayudante del fiscal del estado, viajó a la Universidad de Michigan como profesor visitante, pasó un año como director ejecutivo de la American Bar Association y ocupó la presidencia de una estaca hasta su nombramiento como presidente de la Universidad Brigham Young. Dicha experiencia resultó fundamental cuando el presidente Oaks dirigió la creación de la Facultad de Derecho J. Reuben Clark en la Universidad Brigham Young. Fue presidente de la Universidad Brigham Young de 1971 hasta 1980, justo después de la explosiva expansión de la universidad en los años sesenta.
Los logros de su administración en BYU son numerosos, y dirigió con un espíritu de trabajo duro y camaradería, estableciendo una base firme que influye en la universidad hasta el día de hoy. Durante su estancia en BYU, el sutil sentido del humor del presidente Oaks era encantador. Por ejemplo, durante la celebración del centenario de la universidad, un miembro del profesorado sugirió que todos debían dejarse crecer la barba en honor a sus predecesores. Sin dudarlo ni un momento, el presidente Oaks respondió: “Sí, todos los profesores que lo deseen deberían dejarse crecer la barba, y se les pagará con zanahorias y papas, como a sus predecesores”2.
Después de su estancia en BYU, el élder Oaks sirvió con distinción como juez del Tribunal Supremo de Utah desde 1980 hasta que dimitió en 1984 para aceptar su llamamiento al apostolado.
Últimos años y el servicio eclesiástico
En 1998 June Dixon Oaks falleció de cáncer. Dos años más tarde, tras consultar primero con cada uno de sus seis hijos, se casó con Kristen M. McMain en el Templo de Salt Lake. Ahora ella viaja con él, apoyándole en sus llamamientos; añadiendo su perspicacia y experiencia a la riqueza de su servicio.
Como amado líder de la Iglesia, ha servido devotamente al mundo a través de su destreza en asuntos tanto religiosos como jurídicos. En 2013, el Becket Fund le concedió la Medalla de Canterbury por su “valentía en la defensa de la libertad religiosa”. Los jóvenes de la Iglesia han sentido especialmente su influencia, ya que ha abordado con valentía y franqueza los problemas de un mundo cambiante junto a las doctrinas inmutables del Evangelio.
En enero de 2018 Dallin H. Oaks fue llamado como consejero de la Primera Presidencia de la Iglesia. El presidente Dallin H. Oaks, como testigo especial de Jesucristo, ha dedicado su vida al servicio del Señor. Dice que lo más importante para él, sencillamente, es averiguar lo que Dios quiere de él y hacerlo. Su audacia y devoción se perciben en los numerosos discursos que ha pronunciado en BYU. Ha guiado a la universidad y a la Iglesia a través de períodos de maduración, profundización y refinamiento.